Navidad, tercera edad y depresión
La época de fin de año, con sus fiestas, los cierres de ciclos, el clima y todo lo que ello implica, es posible que afecte en el ánimo de las personas mayores y hacerlos caer en depresión.
Las circunstancias externas provocan que sus pensamientos vuelen a recordar su niñez, su juventud, el tiempo que se pasaba con la familia y los amigos… Pero como suele suceder cuando se envejece, hay familiares y amigos que han fallecido o a quienes es prácticamente imposible ver porque se han mudado lejos o a asilos. Esto puede generar que los sentimientos de aislamiento y soledad se afiancen.
El especialista en geriatría Ronan Factora, director de Geriatric Medicine Fellowship Programen Cleveland, escribió en un artículo para U.S. News & World Report que es natural sentirse nostálgico o triste cuando se piensa en el pasado y los buenos momentos que tuvieron con otras personas, y aunque estas emociones pueden ser difíciles de ver y abordar, se tiene que admitir que son naturales y aceptarlas.
Según el doctor Factora, a veces esas emociones pueden volverse preocupantes y evolucionar hacia la depresión, el cual es común en las personas mayores, ya que algunas estimaciones, menciona, “muestran que entre el 8 y el 16 por ciento de las personas mayores experimentan síntomas depresivos clínicamente significativos, y el 5 por ciento de las personas que no residen en hogares de ancianos cumplen con los criterios para ser diagnosticados un trastorno depresivo mayor”.
Una idea importante que cita el especialista en su artículo es que sentirse triste, deprimido o “bajo” es solo un síntoma de la depresión. “Una persona también puede perder interés o dejar de disfrutar de actividades en las que alguna vez participó. Pueden tener problemas para dormir, ya sea que duerman mucho menos o mucho más que antes”, abundó el médico geriatra. Las personas que sufren de depresión pueden incluso afirmar que sienten que la vida no vale la pena o que estarían “mejor muertos”. En circunstancias severas, incluso pueden contemplar o intentar suicidarse.
Afortunadamente, los tratamientos para la depresión son muy accesibles. Lo que se debe hacer es acudir a un psicólogo o a un médico especialista en geriatría, ya que con medicamentos o terapia ayudará a reducir los síntomas depresivos que una persona mayor esté experimentando. Un importante dato que recalca el doctor Factora es que “la persona que experimenta los síntomas tiene que estar dispuesta a hablar sobre sus sentimientos, lo que puede ser difícil”.
Los familiares, amigos y vecinos de personas mayores deben estar atentos a los cambios en el estado de ánimo o el comportamiento de una persona mayor que pueda indicar depresión. “Si nota algo diferente o preocupante, no lo ignore, pregunte a la persona qué le preocupa, si se siente deprimida, triste o triste. Mantenga una estrecha vigilancia sobre su estado y, si el estado de ánimo no mejora o empeora durante unas pocas semanas, sugiérales que consulten a un médico para determinar si lo que sienten es más grave que la soledad, la tristeza y la nostalgia”, recomendó el especialista.